aún
no abiertas contienen una fibra suave y flexible
de que fabrican muy buenos chinchorros los naturales de Guayana y
el Alto Llano. –«Había nacido
como las flores | como la
piña, como el cumare.» (Gorrochotegui, Aramare, I). Sin. TUCÚM. Cod.,
119.
CUMARÚCO. Sterculia apetata. CAMORÚCO.
CÚNA. Promicrops guasa. Pez del
mar Caribe que sumi- nistra un aceite
útil para el alumbrado. ||–Pez de las costas
de Cumaná, clasificado por Humboldt entre los Lábridos. Sospecha Ernst que sea del
género Lachnolaimus. Muy apreciada es
su carne. ||–Especie de planta herbácea de Apure. Produce una raíz bulbosa empleada
para pescar.
–«Majan una raíz llamada
cuna, con la cual embriagan el pescado.» (Rivero, Hist. p. 8). –«Echan en los charcos bien majada la raíz que llaman en español barbasco y en acha- gua cuna.» (Id., ib., 147). –«Dos especies de raíces
crían para este propósito (para pescar): la una llaman Cuna, crece
al modo de la Alfalfa, y cría la raíz semejante
a los nabos,
me- nor en el olor y sabor.»
(Gum., I, 321; 2ª ed). Reff. Cassani.
Hist., cap. 7; R. Páez, Travels
and adventures, p. 382.
* CUNAGUÁRO. Felis pardalis. Pequeño felino parecido al gato, aunque su cola es más corta en proporción. Tiene cerca de 4 pies
de largo, y su piel es rojiza, adornada de manchas negras, oblongas
sobre el lomo y los costados, y redondas
sobre las patas y el vientre. Se le cree idéntico al gato cervante y al gato tigre. –«Venía el
indio de gala, lucía atravesado
en los lomos una piel de cunaguaro.» (Urbaneja A., Los abuelos). Reff. Caul.,
I, 7; Cod., 162. Cf. TIGRITO.
CUNÁRO. Mesoprion sp. Pez del mar Caribe.
CUNURÍ. Cunuria spruceana.
Árbol de Rionegro,
hallado allí por R. Spruce. Pittier,
202.
CUPÁ. Jacaranda filicifolia. Véase Chingalí. D. t. Cupái.
Sin. Guarupa.
CUPAI. Clusia alba. Véase Copei. Voz us. en Cumaná.
Jacaranda filicifolia. Véase Cupá.
CUPÁNA. Paullinia cupana. Sapindáceas. Planta sarmen- tosa de que aprovechan
en el Alto Orinoco el arilo del fruto para aderezar una pasta análoga a la
guaraná del Brasil. Ref. Cod., 106. ||–Bebida amarga y tónica que preparan los naturales
del Alto Orinoco con el fruto de la CUPÁNA. (Véase Michelena, Expl. of.,
1: 19). –«Se regresaron a sus conucos | estimulados por la cupana.»
(Gorrochotegui, Aramare, I).
CUPÁTA. Planta
sarmentosa de la antigua provincia de
Barinas, que produce un fruto redondo, comestible. El ca- nónigo Cortés Madariaga
la denomina cusputa y
describe así la fruta: «Su figura
es esférica, y su diámetro
de 6 pul- gadas, la
corteza verde, con unas manchas amarillas: en el centro contiene una pulpa anaranjada llena de pepitas,
a que es adherente
aquella: sabe a melón: estas pepitas
son achata- das; después
de limpias quedan
trasparentes como el cristal.» (Diario y observaciones, etcétera, 1811; parágrafo 35).
CUPÉI. Clusia sp. COPÉI.
CUPÍ.
Rheedia (Calophyllum) cupi. Gutíferas. Árbol de hojas
opuestas, oblongas,
obtusas por ambos cabos, ente- rísimas, coriáceas, lampiñas, largas de cosa de 9 pulgadas, costilla gruesa, prominente
debajo; venas laterales trans-
versas, semiparalelas; pecíolos lampiños. Alto Orinoco,
Ref. Cod., 119.
CUPÍDO.
Véase CUPÍS.
CÚPIRA. Pez de río que se cría en Cojedes. Geog.
CUPÍS. Grammadenia alpina. Mirináceas. Arbusto de los Andes, cuya corteza es medicinal. ||–Drimys granatensis.
Magnoliáceas. Árbol de hojas pecioladas, acuminadas, muy verdes en el haz y de un color blanquecino en el envés;
inflorescencia en pedúnculos axilares solitarios, de flor tam- bién solitaria;
pétalos blancos, en número de 12 más o me- nos. Su corteza es aromática y estimulante. Barquisimeto,
Trujillo, Mérida. –«En Barquisimeto mezclan
el polvo de la corteza
con la sal que se da al ganado, en proporción de una onza para una libra de sal: agrada mucho a los animales, au- menta
su apetito y mejora su estado general.» (Ernst, La Exposición, 445.), D.t. CUPIDO.
CUPÍS. «Cumbre, altura, la parte más elevada de un cerro
o páramo.» (Febres C., Hist,
p. 124). D. t. Cupús.
CUQUIRÍTA. Especie
de palmera. Ref. Cod., 119.
CUQUIVÁNO.
Véase CUCHIVÁNO.
CÚRA. Persea
gratissima. AGUACÁTE. Voz
chibcha, de poco uso en Venezuela.
Ref. Herrera, Décadas.
CURACHÍCHE. Especie de pájaro
de Guayana, de color oscuro, muy cantador,
que hace sus nidos con barro a imi-
tación del GUAIMARÉRO. Guayana,
Barcelona. Del arecuna kurachí,
lo mismo. Cf. ALBAÑIL. D. t. CURACHÍRA.
CURÁGUA. Brocchinia sp. Especie de bromeliácea del Orinoco, de cuyas hojas extraen una fibra bastante
fina con que tejen los indígenas la mejor clase de chinchorros, a ve- ces
adornados con vistosas
plumas. Guayana,
Alto Llano.
D.t. CURAGUÁTE. –«Críase con abundancia una especie de pita
que los indios llaman caruata
y los españoles cocuiza, de que hay otra especie
en Orinoco llamada
curagua o cu- raguate.»
(Caul., I, 3). Car. y
arec. curaua. En calina kú- laua, y en galibi kuláua son nombres de la COCUIZA.
En galibi kuráua significa cuerda.
Ref. Carv.
CURAGÜÍTO.
Pez muy pequeño de la costa de
Bar- celona. Fríese como la sardina, hecho una especie de al- bóndiga o budín.
CURÁME. Planta de Guayana que suministra un color negro con que se alcoholan el rostro de los guajibos. D. t. CORÁME.
CURAMÍGUA. Cynosternum
scorpioides. GALÁPAGO. Voz cumanagota usada
en el Oriente.
CURÁRA. «Árbol que se produce en la sierra, provincia de Maracaibo, y cuya corteza pulverizada, cicatriza dentro del tercer día toda especie
de úlceras.» (Pompa, Nº 162).
* CURARE. Veneno muy activo que fabrican varias tribus
de la Guayana, en especial los piaroas del Alto Orinoco. Expéndenlo estos últimos en pequeñas calabazas
(tapari- tas), y úsanlo para
enherbolar las flechas reservadas para la caza. Extráenlo del mavacure, concentrando su jugo por cocimiento y espesándolo con el jugo de otro
palo llamado kiragüero. El CURARE no es
pernicioso sino cuando se
pone en contacto
con la sangre. Es opinión
popular ya objetada hace unos ochenta años, que el
antitóxico más seguro es
hacer beber salmuera y guarapo al
paciente, que de ordi- nario tarda 15 minutos en morir. –«Los SS. Boussingault y Roulin
han hecho varias experiencias que han probado que la sal no puede ser considerada como un contraveneno del curare,
y la opinión de estos hombres ilustres debe hacer muy cautos a los que se fíen
en el remedio de la sal o del jugo de caña dulce, puestos sobre la herida y
bebidos in- mediatamente.» (Codazzi, Geog.,
111). Lo cierto es que aún hoy persiste
entre el pueblo la idea del remedio. Voz tomada
del car. kurari; en mac. y tupi urári.
CURARÍ.
Árbol de la región occidental
(Barquisimeto, Zulia), propio para la construcción civil; madera bastante
pesada, dura, de color pardusco con vetas más oscuras, bastante compacta: raja
fácilmente y es de mucha dura- ción. Probablemente una Bignoniácea. D. t. CURARÍRE.
Ref. Fuenmayor, o.c., 4.
CURARÍGUO. Árbol elevado de Portuguesa, que da una madera incorruptible, de corazón pardo rojizo, muy ade- cuada para obras
hidráulicas; vuélvese rojiza con el agua de ja- bón y raja a lo largo con facilidad. Es quizá una especie de Tecoma, y corresponde bien al CURARÍ o CURARIRE del Zulia en sus caracteres principales. CURARÍGUA es voz geográfica.
CURARÍRE.
Véase Curarí. En
Trujillo es el araguaney
(Tecoma chrysantha). En el Zulia, la T. (Tabebuia) serratifolia.
CURÁTA. Curatella americana. Dileniáceas. Árbol ca- racterístico de las llanuras que se extienden a uno y otro lado del
Orinoco. Elévase a unos 20 pies de altura; tronco por lo regular tortuoso,
hojas apergaminadas, ásperas, como es-
meril. Comen su fruto las
palomas silvestres. Madera dura, pesada, de un castaño rojizo, jaspeado a causa de los radios
medulares; peso específico 0,805.
Sus hojas se usan como papel de lija. Del caribe kuráta, lo
mismo. Sin. CHAPARRO.
Ref. Gros., II, 371. ||–Arundinaria sp. Voz chaima
y macusi, cuyo sentido es cerbatana. Los macusis fabrican de aquella gramínea tales instrumentos.
CURBÁNA. Canella alba. Árbol alto de 30 a 40 pies, cuyo tronco tiene
12 a 18 pulgadas de diámetro; hojas
siempre verdes, esparcidas, coriáceas, enteras, lampiñas,
lustrosas, espatuladas; flores
moradas, en corimbos terminales;
péta- los carnudos,
mitad más largo que el cáliz; anteras amarillas;
baya negra, globosa,
con pocas semillas. Madera dura y pe- sada,
de color acanelado o pardusco claro bastante unifor- me, con algunas vetas
muy poco pronunciadas. Hállase en las montañas
del Caroní y Upata.
No es al parecer la corbana (árbol de «madera negra», madre del cacao) de que nos ha- bla Oviedo
(I, 248), que según cuenta es una Leguminosa. Reff. Cod., 103; Gros., I, 371; II, 379.
CURÉO. Especie de árbol y su madera. Ref. Cod., 119.
CURÍ. Cavia aperea. Subungulados. Pequeño roedor de crá- neo convexo, estrecho por delante, ensanchado por detrás;
huesos de la nariz prolongados en forma de puente; agujero
occipital circular. Pelaje áspero, luciente, fino, alisado; ore- jas, lomo y patas casi
desnudos. Color pardo gris o amari- llento,
según la estación. Longitud 26 cm, altura 9. Esta especie es probablemente el llamado RATÓN CURÍTO en Por- tuguesa. En Barquisimeto suele darse este nombre de CURÍ al ACURITO (C. cobaya).
La confusión proviene sin duda de la semejanza de los dos animalillos. –«Hay – –curíes que son
de hechura de ratones excepto
que no tienen rabo.» (Aguado,
I, 248). Formas
ant. curic, corí. Cas., V,
301; corí, Ov., I,390;
corí, Cast.,
1 Eleg. I, 4ª; 1 Eleg. XIV 7º.
Gómara y Caste-
llanos mencionan el CURÍ al cual también
llama corí el úl- timo (Hist. del N. R., II, 61). La voz es taína: apereá es voz guaraní (cit. por Oviedo
bajo la forma apareá) y se usa en la Argentina.
CURÍA. Rhytiglossa
caracasana. Acantáceas. Yerba cuyas hojas estrujadas exhalan un
olor balsámico que recuerda el de la SARRAPIA. En
la industria de confeccionar
CHIMÓ suele añadírsele
a la pasta en preparación el cocimiento de esa yer- ba. Sinn. MULATÍCA
en Portuguesa. YERBA DE
ALMENDRA en Cojedes (Hernández Nadal). Quizá la curía de Oviedo (I, 380). ||–En el Zulia es la Dianthera
(Rhytiglossa) pectoralis,
llamada también Yerba del carpintero.
CURÍA.
Bebida fermentada que preparan
los indígenas del Alto Orinoco empleando los tubérculos de la BATATA.
* CURIÁRA. Embarcación enteriza, pequeña, ligera, me- nor que la canoa, muy usada en la navegación fluvial. –«Se hallaban
los buenos Padres, fabricando su barca, cuando per- mitió Dios que llegase a este sitio una curiara del maestre de plata.» (Rivero, Hist., 299). –Voz de origen
caribe: en el insular,
por ejemplo, decían kuliála, en
el continental dicen kuriara; en galibi
kuliára, en tamanaco kuriara,
etcétera.
CURIBIJÚRE. Brocchinia sp. Especie de Bromeliácea de los Llanos, de hojas angostas, muy largas, de borde espino- so.– «Hay chica, cotuprises y mamones,
| Piñas, curibijures, caracueyes.» (Cast.,
Eleg. XIV, c. 1º). D. t. QUIRIBIJÚL.
CURICÁRA. Especie de cotorra, muy parlera cuando se
domestica. Bajo Llano. Del tupi. La curicá
o curucá del Brasil es el Psittacus aestivus
y la Chrysotis amazonica.
CURICÁRE. Serranus sp. Pez de cuerpo comprimido, grue- so; mandíbula inferior saliente, dientes pequeños en la mandí- bula superior, esparcidos, pero agrupados hacia la línea media, en la inferior dispuestos en dos filas; aleta dorsal
con espinas gruesas,
corrida hasta cerca de la cola; abdominales debajo de las pectorales; cola truncada. Color
pardusco; aletas par- das. Longitud,
unos 3 palmos. La Guaira.
D. t. CURICÁRA.
CURICHÁGUA. Véase PIRICHAGUA, abajo. Voz us. en Margarita. No es, al parecer,
la curichagua que
describe Fr.
J. Carvajal de este modo: «Fruta de bejucos, muy
dulce. Cómese tierna y cruda;
pero cuando está dura, se queze.
Es muy sana y de el tamaño
de una camuessa.» (o. c., p. 368). Sin. OROZÚS.
CURIMÁTA.
Curimatus
cyprinoides. Carancínidos. Pez del río Tuy. El C. laticeps
es del lago de Maracaibo. Kurí- miata llaman los caribes el COPORO (Plecostomus sp).
CURIÑÁTAL. Chlorophonia pretii.
Véase CURUÑATÁ.
CURITÁCA. Sinónimo
quizá de CURICÁRA. Ref. Tauste,
125. Del chaima kuratak, lo mismo.
CURÍTO. Callichthys thoracatus. Silúridos. —Pequeño pez caracterizado por dos hileras de láminas huesosas
laterales, extendidas de la cabeza a la cola. Este pececillo
habita en los pantanos y aguazales que quedan en el verano, y entonces
lo
pescan con chirares
o nasas pequeñas
adaptadas a esta cla- se de pesca. Hállase en los caños de Apure, Guárico y el Bajo Llano. Llámanle cascadura
en Trinidad. ||–Callichthys sp. (?) Pececillo escamoso de Portuguesa, que se cría en los panta-
nos que persisten en la estación seca. Dorsal con 8 radios. Longitud, 6 pulgadas. Despojan la
carne de las espinas y
cómenlo en escabeche. Es probablemente el mismo citado
anteriormente. ||–(RATÓN).
Pequeño roedor, más pequeño que el curí
o cobayo, sin cola, de un color aleonado, co- mestible, que se halla en el Bajo Llano. Es quizá el Cavia Aperea.
Véase CURÍ.
CURIVANO. Scleria hirtella. Ciperácea de tallo simple, triangular, con hojas
pubescentes; glomérulos de 5 a 7, al- ternos,
separados; glumas aristadas, híspidas; aquenios globosos, lisos, brillantes, con punta. Alto Orinoco. Florece
en mayo.
CURRUCÁI. Véase CARIMBO. –«El Currucay es goma que llora el árbol de su nombre, después que le pican la corteza; es parecida al Anime, pero muy pegajosa:
tiene el olor aro- mático, más intenso, y fuerte,
que el Anime.» (Gum., I, 307; 2ª ed). Del cum. kurkái, lo mismo. Ref. Caul., I, 6. ||–Corteza del CARIMBO. –«En la Ciudad de Bolívar hemos visto des- pachar en las bodegas su segunda corteza
(la del CARIMBO) seca y vuelta
correas o tiras largas con el nombre
de curucai, y se usa diariamente para sujetar y atar las varas y varitas que se
emplean en la construcción de las casas de campo,
y es muy duradera;
parece una especie de cuero vegetal: para em- plearla se remoja y entonces se vuelve muy
flexible y muy fuerte; exhalan entonces el olor penetrante del aceite de palo.»
(Grosourdy, o. c., II,
378). Del car. kurúkai aceite
(copáiba).
||–Véase
TACAMAHÁCA. Voz usada entre los indígenas de Río
Negro. –«Entran los criados y untan el cuerpo de éstos con un bálsamo blanco que llaman Curcay y luego sobre ellos oro en polvo.» (Papel del siglo XVI, en L. Duarte
L., Historia patria, p. 76). D.
t. curucái, Cod., 101.
CURÚBA. Gallinago
frenato. Especie de agachadiza, de co- lor de canela,
con una lista negra en el cuello,
encontrada por
Goering cerca de Lagunillas. Sin. BECAZA.
||–Tacsonia mixta, var. quitensis. Pasifloráceas. «Fruta de tierra fría, pare- cida a la parcha.» Febres C., p. 124. Es, en efecto, una planta
trepadora de la fam. de las
pasionarias, de hojas trifoliadas y hojuelas elípticas, acuminadas, aserradas; fruto de sabor ací- dulo. Crece en los Andes venezolanos. La T. mallíssima es de la Colonia Tovar. La curuba del
Brasil es una Cucurbitácea.
Ref. Pic., 96; Pittier,
205. Attalea speciosa. Especie de pal- mera del Táchira
y Zulia. D. t. CORÚBA.
CURUBA. Piptadenia niopo. Ver Yopo, cuyo nombre es
kurupa
en otomaco.
CURUJUJÚL. Nidularium caratas. Bromeliáceas. Planta vivaz,
del aspecto del CURIBIJÚRE, de hojas radicales,
arrose- tadas,
prolongadas, rígidas, punzantes; la inflorescencia es un bohordo
que termina en espigas
arracimadas y el fruto
una baya amarilla. –«Sus nacarados
frutos en el limo | el punza- dor curujujul engendra.» (Lazo Martí,
Silva). D. t. QUIRIJUJÚL.
(Lazo Martí, Silva, I). Car. kurupishul, lo mismo.
CURUMÁRE. Aire melancólico usado entre los indígenas del Casiquiare, y entonado en sus CARRIZOS o zampoñas.
–«Suenan, del próximo bohío, | carrizos
melancólicos el són del curumáre.»
(Arvelo L., Sones y canciones, 77). Del caliña
kurumari,
carrizo (de flechas); oyampi, kurmuri.
CURÚME.
Especie de árbol maderable
(Cod., 119).
CURUÑATÁ. Clorophonia pretrii. Tanágridos. «Ave pe- queña de lindos colores, muy viva, alegre y cantadora; se la tiene en jaula por la melodía de su canto.»
(Cod., 191).
D. t. CURIÑATÁL. Sinn. CRONITA (corrupción?) en el Tá-
chira, VERDÍN. ||– MONTAÑERO. Véase GUAIJÁNO, abajo. Us.
en Caracas.
CÚSI. Especie de planta maderable (Cod., 119).
CUSICÚSI. Nyctipithecus trivirgatus. Mono platirrino de cuerpo delgado; cráneo redondo, pequeño; ojos grandes; ho- cico grueso,
ancho, poco saliente; fosas nasales abiertas hacia
abajo; orejas
pequeñas; miembros posteriores más largos que los anteriores; cola no prensil, más larga que el cuerpo. Pelaje
fino, suave,
lacio, gris pardo, y más o menos herrumbroso por encima; tres rayas negras paralelas,
de igual anchura,
corren sobre la coronilla, y otra parda amarilla
muy ancha se extien-
de desde la nuca hasta la raíz de la cola, cuya punta es negra.
No difieren los sexos en color. Duerme durante el día y caza pájaros de noche, aunque acepta cualquier otro alimento. Sus
ojos refulgen en la oscuridad.
Voz fuerte y ronca;
irritado, pro- rrumpe en repetidos
grr, grr. Tiene la fisonomía triste y aba- tida, y sus movimientos son mucho más lentos que los del
CAPÁRRO. Voz tupi. El del Brasil es el N. aotus. Reff. Gum., I,
264 (?); Caul., I, 7.
*
CÚSPA. Dasypus
sp. Especie de armadillo pequeño. En su cola sin escamas
se diferencia de los demás armadillos. Suele
hacer sus madrigueras en los cementerios, y su carne, a causa
de esto y de su olor desagradable, no se come en el Guárico.
El de Guayana parece ser de una especie
mayor. La voz tie- ne género masculino. Car. kúspua,
arec. kupe. ||–Galipea cusparia. Rutáceas. Árbol social de 20 a 30 pies de alto, ho- jas
alternas, trifoliadas, sin estípulas; hojuelas enteras, ine- quilaterales, algo desiguales entre sí, ovales, lisas, coriáceas;
flores blancas en racimos espiciformes, terminales; fruto for- mado de 5 carpidios o cajitas,
con semillas casi esféricas, ne- gras,
lustrosas, del tamaño de un grano de mijo. Madera bastante dura, compacta,
pesada y fuerte,
de grano muy fino y
color amarillento, parecida a la del boj. Peso específico 0,90. Crece en Guayana.
D. t. CHUSPA y CUSPÁRE.
CUSPÁRE. Véase CÚSPA. Voz galibi. Ref. Gros., I, 346; II, 268, 380.
CUSÚ. Especie de árbol indeterminado.
CUSÚCA. Nidularium karatas.
Véase Curujujul.
Voz us. en Coro. En Marac. llaman
Cosuca el fruto de la maya.
CÚTE. Véase
CARÁRE.
CUTÓSO, A. Sujeto afectado de CUTE.
CUYOBÍSE.
Especie de árbol indeterminado
maderable (Cod., 119).
CUYÚBI. Especie de árbol. Madera fuerte, de la que hacen los indios guayaneses flechas y armazones para sus vivien-
das. «Dura hasta cien años sin
podrirse.» (Gorrochotegui).
–«Lanzad, lanzad las flechas | de roble y cuyubí.» (Id., Ara- mare, XXI).
Ref. Cod., 119.
CH
CHACÁCO. Ver BACHACO.
Voz us. en Margarita.
CHÁCARA. Pequeño guarniel que se lleva sujeto a la cin- tura. U. t. en Col., de donde proviene
la voz. Ref. Pic., 97, I; Cobo,
256.
CHACARRANDÁI.
Tecoma sp. Árbol
forestal que pro- duce una madera
hermosa por la variedad
de sus visos, se- mejante al carey; es «de color
rojizo-amarillento y más oscura cuando envejecida, dura y pesada; buena para la
construcción (se dice también que es tintórea).» (Ernst, La Exposición, 199). Crece en Carabobo,
Aragua, Guárico. D.
t. chacarandái (Oviedo B., I, 1), chacarrandán, chacarran-
dángo, chacarrandón, chacarrondái. (Cod., 109). De estos seis nombres el tercero y el primero
son los más usados. Creeríase que es forma afín de chacaranda o yacarandai,
que designa, según Alcedo,
una madera de Colombia y el
Ecuador (Yacaranda sp.);
pero Ernst sostiene
que nuestro árbol no es de
este género. De todos modos, las variacio-
nes de la voz indicarían una procedencia exótica.
CHACO. Ipomoea batatas. BATATA.–«Lo mismo se hace con las batatas o chacos, y son en
todo parecidas a las de Europa, excepto
en la figura, que son por lo común redon- das, y las hay de varios colores: unas amarillas como las de Málaga, que son las mejores; y otras
blancas y moradas, que son las más comunes.» (Caul., I, 4). Voz usada en el Or. Del
cum. chaku o yako, tam.
icháku, lo
mismo. Ref. Cast., Eleg. pass.
CHÁCO. Empalizada para batir y atrapar caimanes.
–«Verlos del caimán en la batida
| sobre pendas
velar en la Laguna, | el chaco levantar, y los horribles
| monstruos coger, con riesgo de la vida.» (U. Pérez, La venganza
deYaurepara). Cf. el chaco de la Arg. descrito en el libro citado de don Daniel Granada.
CHACHARITO. Dicotyles sp. Puerco montés más pe- queño que el CHÁCHARO, de color
leonado. Sin. POTICHI.
CHÁCHARO. Dicotyles torquatus. Suídeos. Puerco mon- tés de color pardo negruzco, con una faja
amarillenta o blanquecina que partiendo de los hombros llega hasta el pecho.
Mide 93 cm de largo, 2 de cola, y 35 a 40 de alto. Voz maipure. Sinn. BÁQUIRA
DE COLLAR (váquira de collar, Cod. 168). TUSTÚRE.
CHACHIQUE.
Mauria
puberula. Anacordiáceas. Árbol maderable de hojas sencillas, flores blancas, menudas, fru- to
pequeño druposo. Tierra
templada de Trujillo. «Es idén- tico con la M. heterophylla de
los alrededores de Caracas,
o al menos muy parecido a esta
especie.» Pittier, Manual,
p. 206.
*
CHAGUÁLA. «Son
las chagualas
como las patenas
que se usaban en España entre
gente humilde antiguamente.»
(Carvajal, o. c., p. 339). Obsoleto.
CHAGUANCO. Zorro.
Voz usada en Coro.
*
CHAGUARÁMA. Voz cumanagota que designaba cierta planta del Oriente. Caulín (o.
c., I, 3) hace sinónimo el vo- cablo con
el caribe arángua y el cumanagoto aracúi (Hist., III, 21);
pero Ruiz Blanco en su Tesoro cita
las palmeras cha- guarama
y aurucui como distintas. Cf. YAGUÁRA. Ref. Cod.,
94. ||–Nombre
hoy aplicado a la palma real
de Cuba (Roystonea [Oreodoxa] regia). «El nombre vulgar chagua- rama lo hallamos primero en el Tesoro de la Lengua Cu- managota por
Fr. Matías Ruiz Blanco: nada
sabemos sobre su etimología; pero seguramente no designa la misma espe- cie que hoi llamamos así, porque consta que ésta fué intro- ducida de las Grandes
Antillas, de donde llegó como palma real, denominación que ha conservado allí hasta hoi. Cuando Humboldt
visitó a Caracas
(1800), se usaba en Venezuela el mismo nombre; pero más tarde éste fué sustituido (¿acaso por motivos
de política?) con el de chaguarama.
No sabe- mos a cuál especie
realmente corresponde, aunque por cier- to
debe ser una palma bastante común, lo que deduce de la
circunstancia de existir en el país muchos puntos y sitios lla- mados Chaguaramas y Chaguaramal.» (Ernst, Observ. etcétera, en el «Bolet. del Min. de Ob. Públ.», Nº 126). Es posible que la chaguaráma de los misioneros sea la YÁGUA de hoy o el COROZO (yaguára en
varios dialectos). D. t. CHA-
GUARAMO.–«Por
los chaguaramos que circundaban el ja- güey, graciosas
pilastras rematadas en penachos
de flébiles
plumas, se le distinguía a lo lejos.» (Urbaneja A., Los abue- los). –«Viene a esperar,
junto al chaguaramo que sombrea mi casa,
un plato de sopa.» (Díaz R., Sermones
líricos, 189). – «Cual
centinelas erguidos
| en la calma del paisaje,
| los chaguaramos dormidos | parece que están vestidos |
con una bruma de encaje.»
(R. Benavides P., En Caracas).
CHAGUARAMÁL. Sitio
poblado de CHAGUARÁMAS. Geog.
CHAGUAR. Rozar.
Us. en Mérida.
CHÁGÜE. Roza.
Us. en Mér. Cf. Chao.
CHAMACO. «Su bebida principal es el carato
que pre- paran con maíz fermentado y la cual guardan en chamacos (tinaja
de boca ancha hecha por los mismos indios).» D.
Arreaza M., Nueva Barcelona.– En tam. chamaku.
CHAMPLA. Atolladero, pantano.
Us. en Trujillo.
*
CHAMUCHINA. Chamusquina, alboroto. Voz de origen quichua, según Ceballos. Geog. en Venez., por
Samusida.
CHANGARAGATO.
Langosta, saltón, en Margarita. D.
t. ÑANGARAGATO.
CHANGO. Ver MACHANGO ||–Mona, persona fea.
CHANGÚE. Escarabajo grande, con cuernos. Quizá un
Dynastes.
CHÁO. Rastrojera. «Es un cuadro de cultivo, que por
abandono es invadido por malezas y abrojos, que vuelven
el terreno al estado selvático.» (Dr. P.
J. Rojas). «Voz cui- ca, para denotar un arcabuco, o terreno cubierto
de male- za, que puede ser
apropiado a la agricultura.» (Febres C.,
Hist., p. 125). Cf. Chagüe.
*
CHAPAPÓTE. Asfalto.
«También ay chapapote en la Costa de Coro.»
(Cisn., 23). –«Otro betún, que los mexicanos
nombran chiapapotli, mana líquido en el mar y se halla mu- cho cuajado en las costas de la Nueva España.» (Cobo, I, 230).
Del azt. chapápotl. Ref. Bachiller,
Cuba prim., 243.
||–Por analogía desígnase así una sustancia o mezcla
visco- sa indefinida. Despectivo. ||–Se
aplica a una raza de yuca amarga, cultivada en los llanos de Barcelona, de rápido cre- cimiento y mucho provecho
en la fabricación del casabe.
*
CHAPETÓN. Sujeto
nuevo o principiante en cualquier oficio.–«El Congreso me ha enviado
a libertaros de los es-
pañoles o chapetones que quieren entregaros
a Boves, a Aymerich,
a Montalvo.» (Bolívar,
proclama de Techo, 1814).
– «Como – –los más de los soldados fuesen bisoños que co- múnmente llaman chapetones se dieron a huir
vergonzosa- mente». (Aguado, I,
277). –«Los que nuevamente vienen (a los trabajos de Tierra Firme), a los quales
en estas Indias lla- mamos chapetones, y en italiano
les dicen visoños» (II, 175.
Oviedo). En igual sentido
toman la voz Castellanos (Eleg. I, 1, Pte. 2ª) y Vargas Machuca (Apol. y desc. de los Ind. Occ.) Compárese Bachiller, Cuba prim., 243. En Chile es sinó-
nimo de torpe (Rodríguez). En la Arg.
inexperto, bisoño (ú.t.c.s.) (Granada, Vocab. riopl.,
182). U. t. en el Perú y Bol. (Bayo). La aplicación del adjetivo
excluye por supuesto la terminación femenina. No es hoi voz corriente en Venezuela,
y lo mismo en la Arg., según lo ha pensado acertadamente Granada. (o. c., 184). —La etimología siguiente no es, en nuestro
concepto, muy satisfactoria. «Del araucano chiapi,
ladrón, se
ha formado chapetón, término despectivo
de que los Indios se servían para designar a los Criollos, y éstos a su vez para
denostar a los Españoles
europeos.» (G. Maspéro, Sur quelques singularités
phonetiques de l’espagnol parlé dans le campagne
de Buenos-Ayres et de Montevideo).
*
CHAPETONADA. Fiebre
de aclimatación. Apenas usado. En
Chile, torpeza, bisoñada (Z. Rodríguez).
CHAPORRILLO. Esp. de árbol de Guayana. ¿Voz afín de ZAPORRO?
CHAPULÍN. Esp. de lagarto, en el Táchira. Voz náhuatl que significa langosta, saltón (Acridium peregrinum).
CHAQUÍQUE.
Esp. de árbol maderable
de Trujillo. Sin. CHAQUITO (?).
CHAQUÍRA. Collar de huesos, brazalete, en la Cordillera. Primitivamente significó «cuentas, abalorios para adornos de las mujeres.» (Carv. 239).
CHARA. Pequeña quinta o lugar de recreo.
–«Solamente las orillas del
río están cubiertas de vegetación y sembradas de charas,
pequeños lugares de recreo.»
(Cod., 577). –«En las provincias orientales de Venezuela, la Estancia, la Huerta,
lleva el nombre indígena de chara. Con este nombre se de- signa una cabaña con jardín, una estancia de árboles frutales,
generalmente, en un valle».
(A. Rojas, Estudios indígenas, 146).
Us. en Cumaná. Del
cum. chura, barbacoa,
soberado, cámara; o más bien del cal. chali,
huerto, jardín.
CHARA. Fruto de charo. –«La chara es una frutica
seme- jante a las uvas; la carne
verde y maciza; cómese
cocida, y
puede suplir la falta del pan; por lo
que son los indios, y aun los españoles, aficionados a ellas.» (Caul., I,
3).
CHARAGUANÉI. Esp. de árbol
indeterminado. ||–HEMBRA.
Chlorophora (Maclura) tinctoria.
MORA. Cf. CHARAGUARÁI.
CHARAGUARÁI. Árbol de tinte que se
halla en el E. An- zoátegui. –«Los (árboles) más conocidos y apreciables son
– – charaguarai, con que comunmente tiñen hilos, badanas y apreciables
gamuzas amarillas.» (Caul., I, 3). Geog.
CHARÁL. Grupo
de CHAROS. –«Se
quejan en los charales las
palomas montañeras.» (Cabrera M., Mimí,
12).
CHARÁPO. Machete de rozar, en el E. Lara. Voz cum,. y ch. que significó hocino, calabozo con
vuelta (Ruiz Blanco, Tauste).
CHÁRO.
Árbol grande de Carabobo,
especie de Malpi- guiácea, que Ernst cree pueda ser la Byrsonima
coriacea. (La Expos., I, 200). Ref. Cod. 115. –Árbol corpulento de los cerros
de Barquisimeto y Portuguesa, que en mayo y ju- nio produce
una frutilla farinosa, que comen después de co- cerla
los naturales. –Árbol
del Zulia que en la descripción
que de él hace Fuenmayor corresponde al anterior: «Es
un árbol mui corpulento que abunda
en las vegas del Zulia. La madera
del corazón es rojiza y matizada de varios
colores; la albura es de color
amarillo pajizo y veteada
de sombras más o menos oscuras.
Toda ella es de grano muy fino y se presta bien al pulimento.» El fruto contiene
una semilla co- mestible. –Otro árbol de Guayana, citado
por Gilii (Saggio, I, 165), es semejante a los que anteceden. (Aparentemente estas cuatro especies son afines). –(«Todos los charos que he
visto pertenecen a los géneros Brosimum, Piratinera,
y
Helicostylis, de las Moráceas.» (Nota
M. S. del Dr. H. Pittier). Del tam. chare, que designa
la especie guayanesa.
Sin. Guáimaro.
CHATÓFA.
Palmera de frondas pinadas que
crece en el Alto Orinoco. Voz de los Paragenas, según Humboldt. (Geogr. plant., 229).
CHÁURE. Strix flammea. LECHUZA. –«Ay!
desde enton- ces los carrizos
pitan | cual de los chaures los nocturnos de- jos.»
(Gorrochotegui, Aramare, XII).
||CANTÓ UN CHAURE. Locución que suele aplicarse al que predice
algo fatídico o desagradable.
CHAYÓTA. Fruto del CHAYÓTE. ||SER UNA
CHAYOTA. Aplí-
case
a una persona insulsa, simple,
en especial a una mu- jer así.
*
CHAYÓTE. Sechium edule. Cucurbitáceas. Planta trepa- dora, vivaz, cuyos
tallos herbáceos salen de una raíz carno- sa bastante gruesa.
Hojas simples, largamente pecioladas, acorazonadas, con lóbulos
dentados, conniventes en la base; flores
unisexuales, corola blanca, rodada; fruto unicelular, trasovado-oblongo, largo de 4
a 6 pulgadas, comestible, algo insípido. Del azteca
chayutl, lo mismo. Ref.
Ernst, La chayotera, en «Bolet. del Minist. de Ob. Públ.», Nº 145, Caracas, 1892.
CHECHÉCO. Forma juvenil del Bocachico.
Us. en Barinas.
CHENCHÉNA. Opisthocomus cristatus. Gallinácea que representa un tipo aislado
en el orden sistemático. Cabeza pequeña, coronada
de un copete o cimera
de plumas; pico parecido al del PAUJÍ o de la GUACHARACA, con ceroma
en
la base; alas hasta más de la mitad de
la cola; las plumas braquiales no cubren
las remeras; cola
redondeada, con 10 pennas largas y anchas. Nuca, lomo,
alas, timoneras, mi- tad posterior de las remeras, ojos y pico, de color pardo;
garganta y parte anterior del cuello y pecho,
blanquizcas; vientre, piernas, rabadilla y remeras primarias, de un rojo castaño claro; copete blanco amarillento; patas de un tinte
de
carne pardusco. Mide 62 cm de largo, ala 34, cola 29. En sitios
anegados y montuosos del Apure y
otros ríos de los Llanos
es muy común, tanto más cuanto que, a causa de su olor desagradable, no se la persigue.
Sin. GUACHARACA DE
AGUA. –«De la costa del río, las chenchenas daban un canto que crujía como madera seca.» (Pocaterra, Vidas oscuras, 15).
CHEPITA. Ver QUIPÍTO. Voz us. en el Guárico.
CHERECO. Ver COPÓRO. Cf. CHECHECO, arriba.
CHEREMÉCO. Pájaro del Bajo Llano.
CHERERÉI.
Cierto pájaro del Orinoco. Ref.
Caul., I, 10.
CHÍBA. Pequeña red de cuero sin curtir, o de cuerdas,
en que se envuelven
bultos no compactos, como tabaco, etcétera, pa- ra transportarlos a lomo de bestia.
En aimará chipa; en calina
chibi. En Col. chiba o chisgua significa mochila, saco.
CHIBACÓA. Ixodes sp. En el Bajo Llano es una garrapa- ta muy pequeña. ||En el Alto Llano y Guayana
es el COLO- RADITO del Bajo Llano (larva hexápoda de un acárido). Contracción del chaima kuchibakóa, lo mismo. (Tauste
tra- duce garrapata menudilla). Se
escribe también CHIVACÓA, que
es voz geográfica. ||–Aramides
cayanensis (?).
CHIBACÚ. Vaccinium floribundum. Arbustillos de las montañas de la Cordillera y el
litoral; flores blancas, col-
gantes, de corola aorzada, y fruto azulado,
comestible.
«Corresponde a los arándados de los
Alpes y de los Piri- neos.» Pittier, 212.
CHIBACÚ. Pernettya
pentlandi. Ericáceas. Arbustillo de Mérida, de flores aorzadas, blancas y fruto negro o azulado.
Pittier, 212.
CHIBUQUE. Espeletia schultzii. Especie de frailejón de
Mérida.
CHICA. Bignonia (Arrabidea) chica. Planta trepadora lam- piña, con hojas bipinadas cuyo pecíolo hace las veces de zar- cillo; hojuelas ovales; panojas axilares multifloras, colgantes; flores bilabiadas, corola purpúrea; caja larga de 2 pies, bival- va; semillas comprimidas rodeadas de un ala por ambas par- tes. Las hojas de esta planta
se vuelven rojizas al secarse, y de ellas extraen los indios del Alto Orinoco un pigmento de co- lor rojo cinabrio.
(Véase adelante). En tam. kraviri,
en maip. kiraviri, en tupi
piranga. ||–Árbol frondoso de tierra
cálida, y la frutilla
que produce. Véase NIGUA, que es lo mismo.
«Hay chica, cotuprices y mamones,
| Piñas, curibijures, caracueyes,
| con otros
muchos más que
se desechan | E indios
naturales aprovechan.» (Cast., Elogio
de Margarita, canto 1º). Del ch. chicayop,
árbol de la nigua. Chica y nigua son nombres
de la pulga de nigua (Pulex penetrans). ||–Bebida
embriagante usa-
da antes por los indígenas del oriente de Venezuela. Entiendo
que es errada ortografía de la voz chicha.
Ref. Caul., II, 5.
||– Pigmento que de la planta del mismo nombre obtienen al- gunas tribus del Orinoco, macerando en agua las hojas. Es un polvo muy leve, de
color rojo de cinabrio que se elabora en forma de panes 8 a 9 pulgadas
de largo por 2 a 3 de grueso.
Mezclado con aceite, que es el modo de usarlo para pintarse el cuerpo, adquiere un color rojo de laca.
CHICAGÜÍRE. Chauna chavaria.
Alectóridas. Ave zan- cuda de pico más bien corto con punta ganchuda; línea na- so-ocular
y cerco del ojo implumes;
occipucio con un moño eréctil
de plumas; carece de cuerno frontal; alas con espolo-
nes dobles y de éstos más largo el del encuentro; dedos largos.
Plumaje del cuello
y cabeza blando. Color general plomizo, negruzco; mejillas,
garganta y parte alta del cuello,
blancas; borde de las alas, vientre
y rabadilla, blanquizcos; ojos ama-
rillos, cerco ocular y línea naso ocular de un rojizo de carne;
pico negro, tarsos rojos. Mide 38
cm de largo, ala 53, cola
22. Vive en la región cálida del país. En estado de domestici- dad toma a su cargo guardar
y defender los patos
y gallinas en los corrales. Voz proveniente del antiguo guaraní, según Ernst. (Etimologías zulianas,
en «El Zulia Ilustrado», Nº 14; 31 enero 1890). Es el chajá de la Arg.
CHÍCORA. Útil agrícola indígena
para cavar la tierra.
Es hoy día una lámina
fuerte y angosta
de hierro, con uno de los
cabos afilados y el otro con una cavidad
o un anillo pa- ra
adaptar el mango
o asta de madera. D. t. CHÍCURA. –«La CHÍCURA
es
de hierro o de madera,
destinada para sembrar los granos: la primera se usa
cuando la tierra está dura, y la segunda cuando está húmeda y suave. Consiste en una paletilla encabada
en un palo, o labrada
del mismo cabo.»
(Díaz, I, 12). –«Entonces siguen
las funciones de la chícu- ra, azada
y demás que van exigiendo
las labores.» (Id., ib., 14). Del calina chíkula, que Breton traduce besche, sar- cloir; cum. chúkura o chura. Sin. CÓA.
CHICORÁZO. Golpe dado con la chícora.
D. t. CHICU- RAZO. ||–Lanzada, en lo figurado.–«Cuando él se resolvió
de
puro cansado, a tirarte un chicurazo de punta, lo que hi- zo fue marcarle un botuto morado
en el jocico.» (Cabrera M.,
Mimí, 55).
CHICOREÁR. Ahoyar el suelo con chícora.
||–Met. Alancear.
CHICUÁ.
Pájaro córvido del Táchira. Sin.
PICAZA.
CHICUACO. Ardea (Butorides) striata. Ave zancuda de pi- co largo, con ceroma hasta la región ocular y un penacho en la nuca,
tarsos desnudos. Color
por encima castaño
más o menos oscuro
con reflejos metálicos verdes o azulados;
gar- ganta y vientre blancos, pescuezo ocre, iris amarillo citrino;
partes desnudas circumoculares de un amarillo sulfúreo; pi- co
negro arriba, verdoso debajo, brida negra; patas de un verde aceitunado. Largo total 45 cm. Vive de insectos y pe- cecillos, y nidifica en árboles cercanos
al agua. Sus plumas se utilizan
como adorno. –«También permanecen
en la zo- na (inundada) ciertas gaviotas pamperas llamadas chicuacos y los patos salvajes.» (D. Mendoza, El llanero, p. 5).
CHICURÓN. CHÍCORA grande destinada a ciertas labores agrícolas. –«El chicurón: es una chícura de mayores dimen-
siones y cóncava que se emplea
en sacar de los almácigos los planteles
con la tierra
suficiente para trasplantarlos, que es lo que llamamos
pilonear o sacar pilones.»
(Díaz, I, 12).
* CHICHA. Bebida fermentada de maíz. La que se estila hoy en Venezuela, en especial durante
los días de Navidad, es una bebida refrescante, ligeramente fermentada y de con- sistencia espesa. (Véase: CARATO). –«Se escuchaba el bur- bujeo
de la chicha dentro de la olla,
tapada con un pedazo de
liencillo y atravesada en medio de los bordes
por el un-
tado
ramillón.» (Picón F., Fidelia, 134). En la frontera
su- roeste y en Colombia la
preparan al modo que lo usaban los indígenas, descrito por el P. Acosta así: «El vino de maíz, que llaman en el Perú ázua, y por vocablo de Indias común chicha, se hace en diversos modos. El más fuerte a modo de cerveza,
humedeciendo primero el grano de
maíz, hasta que comienza
a brotar; y después cociéndolo con cierto or- den, sale tan recio,
que a pocos lances derriba:
éste llaman en el Perú sora, y es prohibido por la ley, por los graves da- ños que hace emborrachando bravamente; mas la ley sirve de
poco, que así como así lo usan, y se están bailando y be- biendo noches y días enteros.» (Hist., lib. IV,
cap. 16). Chi- cha es voz taína. Reff. Ov., I, 24, 252; Bachiller, Cub. prim.,
244. ||LO MISMO ES CHICHA
QUE LIMONADA. Lo mismo da:
reverso de la expresión (usado
tamb. en la Arg.): NO SER NI
CHICHA NI LIMONADA, ni carne ni pescado.
Ni suena ni true- na. –«¿Ese Cara de cochino es
aquel General Galea que era comisario
la última vez que yo pasé por aquí? –El mismo, ni- ño;
lo que tiene es que ahora no es ni chicha ni limoná.» (Cabrera M., Mimí, 48).
CHÍGA.
Sustancia feculenta extraída de
las semillas de CHIGO por los indígenas del Arauca y Orinoco.
CHÍGO.
Campsiandra comosa. Leguminosas. Árbol de
ramos lisos; hojas alternas,
imparipinadas, glabras, con es- típulas lineares, gruesas, deciduas, y pecíolos angulosos o subalados, 4-5 policares; hojuelas de 5 a 9, oblongo-elípti- cas, acuminadas,
redondeadas en la base, coriáceas, lus- trosas por encima; racimos terminales,
cáliz apenas más corto que el pedicelo, pétalos
semipolicares, amarillos; le- gumbre
ultrapedal, glabra, con valvas estrechamente ad- heridas. Alto Arauca. Ref. Ernst, El chigo, en «Boletín del Ministerio de Obras Públicas», Nº 168, Caracas,
1892.
CHIGUA. Véase Jiguá, oruga que corroe la raíz principal del cafeto, en las plantaciones del Tuy.
CHIGUARÁL.
Lugar poblado de CHIGUARES.
CHIGUÁRE. Árbol indeterminado de Coro. D. t. CHIHUÁRE.
CHIGÜÉ.
«Hambre canina, desenfrenada,
insaciable.» (Pic. 105).
CHIGÜICHIGUÉ.
Bromelia chrysantha (?). Brocchinia sp. (?) Especie de Bromeliácea, de hojas
radicales muy lar- gas y angostas, de borde espinoso,
que fructifica más o me- nos como la MAYA. El fruto es comestible
y de sus hojas se extrae fibra textil.
No es rara en el Bajo Llano. Enumerando
las frutas de la región del Apure,
dice Carvajal: «Chiuechiue,
fruta en razimos
y amarilla.» (O. c., p. 366). Ref. Cod., 96.
CHIGÜÍRE. Hydrochoerus capybara. Subungulados. Roe- dor de cuerpo grueso y tosco;
hocico romo, labio superior hendido, incisivos muy desarrollados, poco gruesos, con va- rios surcos en su cara anterior;
ojos grandes, redondos, muy
salientes; orejas cortas,
redondeadas, con borde anterior su- bido y posterior cortado; patas posteriores más largas que las anteriores; membranas natatorias cortas y fuertes,
ano y par- tes genitales externas rodeados por
un repliegue cutáneo. Pelaje escaso y áspero, parecido al del cerdo. Color entre ro- jo, amarillento oscuro y pardo.
Este roedor es el mayor de los
que se conocen; puede llegar a 110 cm de largo. Habita de preferencia cerca del agua, y allí pace y reposa, por lo que suele vérsele
en manadas a orilla de los ríos y lagunas de los Llanos.
Corre y salta poco, nada muy bien; cuando descan-
sa, apóyase en los tarsos, como
los perros, y rara vez sobre el vientre. Aliméntase de plantas
acuáticas y cortezas, y es
dañoso a las plantaciones. Cómese su carne
en cuaresma, a par del pescado, por reputársele anfibio y también
se exporta a pueblos serranos acecinada y secada
al sol. La hembra pare
una vez al año de 4 a 8 hijuelos
o CHIGÜIRITOS. Azara expresa su grito con la sílaba áp, y dice que son polígamos. CHIGÜIRE
es, según Caulín, voz cumanagota y palenque.
PONCHO, nom- bre con que lo designa
Gumilla, es usado en la Cordillera. LAS
CHIGÜIRAS es voz geográfica. Reff. Caul, I, 8; Cod., 165.
CHIGÜIREAR. Cazar
CHIGÜÍRES.
CHIGÜIRÉRO, A.
Cosa perteneciente al CHIGÜIRE.
||PAJA CHIGÜIRÉRA, especie
de gramínea del Llano que comen particularmente esos roedores.
CHÍLCA. Faccharis polyantha (y B. rhexiaeoides, según Jahn). Planta
medicinal de la Cordillera que da también
un tinte amarillo. Cobo, 438. D. t.
CHIRCA. Del quich. chillca, que es la B. salicifolia
y otra compuesta, el Eupatorium polystachyum. Cf. el chilco de Col. y Humboldt,
Viaje, et-
cétera ||– REAL. Lycoseris
latifolia. Compuestas. Planta me- dicinal de ramos
estriados, lanuginosos como con tela de araña,
o bien lampiños; hojas anchamente lanceoladas, tri- plinervias, lampiñas por arriba, níveo-lanosas por debajo,
involucros lampiños o apenas lanosos
cual telaraña, con es- camas
agudas adheridas o apenas manifiestas las exterio-
res; papo con 20-30 filamentos. Habita en Carabobo,
Occ., Bajo Llano.
Sin. BOTONERA. Véase Niquitao.
* CHILE. Capsicum sp. pl. Véase AJÍ. Del azteca chilli,
pimiento. Ref. Pic., 105.
CHILQUITA. Baccharis sp. Planta de Mérida. Dimi- nutivo de CHÍLCA.
CHIMBÁNQUELE. Baile
popular de Coro en honor de
S. Benito, mencionado en la ley de
policía provincial. También ha existido en el Zulia, donde se le llama CHIM-
BÁNGUELE,
según José M. Rivas. (Costumbres zulianas,
Maracaibo, 1910; p. 29).
CHIMBÍQUE.
Véase CHIMBÁNQUELE. Voz
usada en Coro.
CHIMBOMBÉRA. Anemia perniciosa ocasionada por la
anquilostomiasis. Voz us. en la Cordill.
D. t. IMBOMBERA.
CHIMIRÍTO. Variedad de maíz, de mazorca
y grano muy chico, que
revienta y se esponja cuando se fríe o tuesta. Bajo Llano. Sin. GÜIRÍTO, abajo. Es el pisingallo de la Arg.
y el ubatim pororoca del Brasil.
* CHIMÓ. Extracto blando de tabaco alcalinizado y aro- matizado. El
álcali escogido es el URAO (sesquicarbonato de sosa),
o el bicarbonato de sosa, o bien lejía de cenizas,
obteniéndose en el último caso un producto fuerte en ex- tremo. El aroma
consiste en SARRAPIA y CURÍA de ordina- rio. En el Occ. y Bajo Llano, el CHIMÓ reemplaza al tabaco de
mascar.– «En 2 de agosto del mismo año (1781) queda- ron comprendidos en el sistema
de estanco el mo, el chimó y el urao.» (Cod., 135). Voz andina, al parecer,
ya incluida en el Dicc. de Terreros.
Cf. el chimole o chilmulli
y el mo- le de la cocina mexicana. Sin. CHIMÚ. –«Sobre ella se pone Chimú,
que es quinta essencia de tabaco; y a falta del Chimú, póngase tabaco mascado.» (Gum.,
II, 222; 2ª ed).
CHINÁGUA.
Rana, en Margarita.
CHINÁTA. Avispa grande del Bajo Llano. Suele anidar en el interior de las habitaciones y es bastante
ponzoñosa. Su
nombre recuerda el de los chinatas,
antigua tribu, belicosa y temida, del Táchira.
Sin. SINÁTA.
CHINATE. Ver BEJÚCO. Voz caribe: en cal. chinátte, en tam. chinate, en
mag. sinate, etcétera Ref. Gilii, I,
158; Bachiller, 248.
CHINCHAMUCHÍNA. Iresine sp. Planta de Mérida.
CHINCHÚRRIA. Yeyuno, intestino
delgado de la res. Chun- chules o chunchullos en Chile (tripas de cordero), chunchulli en la Arg., chunchullo en Col. Del quichua chunchulli, tripas menudas, intestino delgado. Obsérvense las
formas plurali- zadas en la región austral
del continente. En ciertos lugares de nuestra Cordillera, que es donde se usa el vocablo
CHINCHU- RRIA, cómese ésta frita como en Col., mientras que en la Arg. y probablemente en Chile, cómenla asada.
CHINGALE. «Entre los mucuchíes, significa lo que cuelga de las espaldas, de donde procede el verbo ya castellanizado chin- garse, con igual significado; y así se dice de las indias
que se chingan los hijos, esto es, que los cargan a las espaldas,
según su costumbre.» (T. Febres C., Historia
de los Andes, I, p. 128).
CHINGALÍ.
Jacaranda pilicifolia. Bignoniáceas.
Árbol de hojas bipinadas, y flores
arracimadas, grandes, con co- rolas
de un azul violáceo, blanca por dentro y 4 estambres didínamos, cápsulas
leñosas, ovaladas,
de márgenes ondu- lados. Portuguesa. Sin. Guarupa, Cupái. Ref.
Pittier, 248.
CHINO,
A. Adjetivo que en sus dos
terminaciones ordi- nariamente se sustantiva. De ordinario significa lampiño, lo mismo que en Salv. Aplícase en Marac.
a los indios gua- jiros que en clase de sirvientes van a vivir allí. En la Cord.
significa muchacho, pilluelo, rapaz, granuja, criado, y así se usa también en Col. y el Perú. CHINA,
en Mérida, es india pura, muchacha,
rapaza.–«De tiempo en tiempo –
–grupos misérrimos de mendigos goajiros, de indios traficantes,
de “chinos” semicivilizados que vienen a hacer sus
compras o a vender la “chinita” que se blanquea allá en la cabaña la- custre,
ponen su nota auténtica,
pintoresca, en el corazón de la
ciudad.» (Pocaterra, Tierra del
sol amada, 81). –En una actuación
de encomienda de 1614 hecha en Acarigua (Mérida) se lee: «Y el dicho cacique Machicara también dió a este testigo hará ocho o nueve meses una china de hasta ca- torce años para Doña Gerónima de Peña.» (Salas, Tierra-fir- me, 309). Las
acepciones de la voz varían algún tanto en el país de habla española. En Guat. y Salv. significa
niñera; en Méx. y la Arg., criada mestiza;
en Col. y Ec. criada, sirvien-
ta; en el Perú, más o menos como aquí; en Chile, criada, moza de servicio, niñera,
muchacha plebeya.
Del quichua china, sierva,
criada. –«Las chinas (que así llaman
las indias mozas solteras criadas de las casas
y conventos de monjas) se
visten con una especie de enaguas
muy cortas y un rebo- zo, todo de bayeta de la tierra.»
(Ulloa, Noticias america- nas). Háblase en este pasaje de los usos y costumbres
de los españoles de Quito. El diminutivo
CHINITA es un término afectuoso, que usamos aquí
como en Col.
CHIPE. Esp. de pez del Zulia. ||–Cierta semilla del Zulia (Med., 46). Vinea rosea, en el Zulia.
CHIPÉN. Árbol indeterminado del E. Lara.
CHIPICHÍPE. Donax denticulatus. Pequeña almeja que abunda en las costas del Or., de la que se hace considera- ble pesca, como alimento
de la gente pobre. D. t. chipichipi
(Cod., 223).
CHIPICHIPÁJE. Menudencia, minucia
(Carmona).
CHIPIO. Ficus sp. Urticáceas. «Árbol grande, de muy lar- gas y fuertes raíces, llamado sío en otras partes, y también ubito, por semejanza, sin duda, a causa de la frutilla
roja que produce,
muy codiciada de los pájaros. Es de los árboles que destilan
caucho.» (T. Febres C., Hist. de los Andes, I, p. 138).–
«Yo
quedé cerca de él, dominándole desde un barranco
y cu- bierto por un chipio.» (Romero
G., Peonía, 273). Voz us.
en el Tách. Sinn. Maitín, Sío, Totoco,
Ubito.
CHIPÍTO. Ver QUIPÍTO.
Us. en el Guárico. ||–Árbol de construcción del Zulia.
Es una esp. de Phyllanthus. ||–«Ló-
bulo del cráneo.» (Med., 46).
CHIPO. Ver QUIPITO. «Prefiero quedarme al raso... a tener
que habérmelas con techos de ranchos donde hormiguean
chipos, ciempiés,
congorochos y escorpiones.» (Maldonado, Tierra nuestra, p. 236). Us. en Aragua.
CHIPOPORO.
Árbol indeterminado, de fruto comestible. Crece en Occ. Quizá una
Esterculiácea. En el Zulia es la Mucana
Pruviens. Sin. Ojo de zamuro.
CHIQUE. «Aro de bejuco torcido
en dos ramales con que se hace el haz de leña.» (Pic., 108). Us. en la Cordillera. «Voz tachirense aplicada al rodete
hecho de hojas, trapo, etcétera, para que asiente
mejor la vasija o bulto que se lleva en la ca- beza.» (Febres C., 129). Cf. Taguaní.
CHIQUICHÍQUE. Leopoldina
piassaba. Palmera
de hojas regularmente pinadas de hasta 5 m de largo, lisas, relucien- tes, con pecíolos
de 11/2
m, espádices
arqueado-colgantes, con 2 espatas.
Tronco de 6 a 12 m de alto, cubierto
de barbas
o fibras negruzcas, cerdosas, de
más de un metro de largo, en que se convierten
los pecíolos viejos y persistentes,
que- dando al fin armado dicho tronco, al caer éstos, o cuando son cortadas
aquellas fibras, de numerosas espinas cortas y muy duras. Crece en el Alto Orinoco, donde los indígenas utilizan
tales fibras para fabricar espías muy usadas en la navegación
fluvial. Estos cables son elásticos e incorruptibles, y aunque muy gruesos, flotan por su ligereza
en el agua. El fruto se
aprovecha para fabricar YUCÚTA. Ref.
Ernst, La fibra del chi-
quichique (en «Bolet.
del Minist. de Ob. Públ.» Nº 60; Ca- racas, 1891).
||–Subarbustos del género Cassia,
fam. de las Leguminosas, empleados en la medicina popular.
La C. in- decora es de hojuelas
cuatriyugas, trasovado-oblongas, lam- piñas arriba, suavemente pubescentes debajo
en los ramitos y pecíolos, con una glándula cilíndrica entre las del par más inferior;
racimos corimbiformes multifloros, con flores amarillas; legumbre algo comprimida, lisa,
lampiña. La C.
obtusifolia es una mata anual, alta de 1 a 2 pies, fruticulosa, alampiñada; hojas con 2 a 3 pares de hojuelas,
acuñado-aova- das, semiobtusas, mucronadas, algo pubescentes debajo, con una glándula
entre los 2 pares inferiores; estípulas largas, li- neares, cerdosas; pedúnculo pancifloro; legumbre cuadran- gular, comprimida, lineal, con semillas achatadas, paralelas a las valvas. –«Prosperaba la ortiga y el chiquichique y abría su cáliz de oro el cardosanto.» (Urbaneja A., Cristela
e Hilarión).
D. t. CHIQUICHIQUI.
(Ben., Nº 31). ||– Árbol del E. Lara, cuya
madera compacta, de un amarillo claro, y el corazón
gris ama- rillo, se
usa para construcción.
CHIQUICHÍQUE. Sabañones de los pies,
producidos por el cieno. Us. en Anzoátegui
(la voz).
CHIRÁRE. Pequeña nasa
de mimbre o varillas en forma de cono truncado, usada en el Bajo Llano para coger pece- cillos en pantanos o aguazales. Sin. CHUSMO.
CHIRASTÍ.
«Originariamente cayapa o convite: hoy lo usan por baile,
joropo.» (Febres C., p.129).
CHIRÁTA.
Planta medicinal de Trujillo.
CHIRCA. Véase
CHILCA.
* CHIRÉL.
Véase AJÍ. –«¡Qué
boca de margariteño para untársela de chirel!» (Maldonado, Tierra nuestra, 353).
||–Flor ya cuajada del cacao. –«Por
cada res que entre en una hacienda de cacao pagará el criador al dueño de ella
doce pesos, por el daño en la flor o chireles, que es incal- culable.»
(Reglamento general de policía, 1828; art. 577).
||–Capullo, estivación,
prefloración, del cafetero.
CHIRELEAR. Aplicado al cacaotero, fructificar, comen- zar a cuajar
la mazorca. Aplicado
al cafetero, cuajar
la flor, presentar el capullo; v.g. Este cacao está bien chireleado. El café de aquel tablón está chireleando.
CHIRELÍTO. Dim. y sin. de CHIREL (ají). –«Ya la comi- da no es como a mí me – –gusta sino picante, como hecha
para paladares de libertinos y con tamaños
pedazos de ají, del más bravo que hay, de esos
colorados que llaman chi- relitos.» (Cabrera M., La guerra, 312).
CHIRGUA. Vasija de barro, esférica
u oblonga, de gollete corto
y estrecho, destinada a transportar agua. Usábanla los
indios guamos, según Gilii (Ensayo, II,
315). En sáliva chí- rua. D. t. CHIRÍGUA. Voz y objeto que usan en Occ. Geog.
CHIRICA. Árbol de construcción. Madera no muy pesada, de un amarillo claro y de textura
algo astillosa. E. Falcón.
CHIRICÓA.
Rallus chiricote. Ave zancuda cuyo pico
es de un verde pálido,
amarillento en su base; cabeza
y cuer- po de un azul plomizo; dorso y alas de un pardo aceituna- do; remeras bermejas; pecho y
vientre de un rojo pálido: rabadilla, región
anal, cola y plumas tibiales, negras. Mide 14
pulgadas de largo. Domestícase con facilidad y emite un canto estrepitoso y
reiterado en el que parece pronun- ciar el nombre que tiene. D. t. CHIRICÓCA. La voz procede, según Ernst, del guaraní ciri-curí, correr ligero. (Ver El Zulia Ilustrado, Nº 14). Sin. CÓITORA,
COTÁRA, TERECA, GALLINETA DE MONTAÑA.
CHIRÍGUA.
Véase CHÍRGUA.
||–En Mérida, «alcarraza o pimpina.» (Pic., 109). –«En nuestras
manos hemos tenido muchas
veces ollas, múcuras, chirguas, chorotes y
otras piezas que usaban los aborígenes.» (Salas, Tierra Firme, 52). Ref.
Med., 46.
CHIRIGUARE. Polyborus (Milvago) chimachima. Gran- de halcón, de cabeza, cuello, pecho y
partes inferiores de un blanco sucio; lomo, alas y cola de un pardo fuliginoso, lo mismo que una faja que se
dirige del ojo al occipucio; las 4 primeras
rémigas están moteadas de blanco en su cen- tro, lo que origina una faja clara y trasversal
en el ala. «Los colores
de las partes desnudas de la cabeza varían consi- derablemente según la edad, el sexo y la estación. El plu- maje nupcial parece ser de estos colores: ojo bruno oscuro;
espacio circunocular amarillo
de cromo, que en la base de la
quijada y mandíbula
se degrada en amarillo sulfúreo; pico azulado
pálido; patas verdosas.» (Cherrie, Ornitología
de la región orinocense, p. 341). La librea de la hembra di- fiere
un poco de la del macho. Aliméntase de reptiles que suele
atisbar y cazar mientras se incendian las sabanas. Súbese a menudo sobre el lomo del ganado y come garra-
patas, escarabajos y otros insectos, y
aun pececillos. Por- tuguesa,
Aragua, Guayana, etcétera ||–Penuria
pública. «Se aplica a la falta de dinero,
y al necesitado que anda en bus- ca de él.» (Med., 46). Sin. FRANCISQUITO.
||–Después que samuro come, chiriguare roe:
alusión al hábito del chiri- guare de roer los huesos
de las carroñas. Cf. CARICÁRE.
CHIRIMORRIÑÓN. Anona sp. Variedad de chirimoya
semejante al riñón.
*
CHIRIMÓYA. Fruto
del CHIRIMOYO. Voz quichua,
que se compone, según Arona,
de chiri, frío
y moya, fruta.
*
CHIRIMÓYO. Anona cherimolia. A. reticulata. Árbol
no muy coposo, de 15 a 20 pies de alto; hojas pecioladas,
lanceolado-oblongas, glaucas,
pubescentes o alampiñadas en el envés; flores hermafroditas, verdosas; perianto
con 6 petálos; los 3 exteriores tomentosos en su cara
externa, casi cilíndricos en su ápice; fruto globoso,
tuberculado, amari- llento-verdoso, con la carne
blanca o algo amarillenta; se- millas pardas.
Crece en la zona fría de preferencia. Cobo II, 18. –«Chirimoyo, propiamente
chirimuya, quiere decir el fruto
de la pepita frígida,
porque lo es en sumo grado,
y molida en agua, mata los insectos, y esteriliza sus ovarios.» (Velasco, Hist. del reino de Quito, t. I, p. 28).
CHIRIPA. Blatta orientalis. Especie de cucaracha o co- rredora menor que la
americana. El macho tiene antenas largas de 6 cm, palpos de 4 artículos
ensanchados en los extremos, alas de un amarillo rojizo que cubren el abdomen,
provistas en la parte posterior externa de nervios
dispuestos como abanico;
escama última del vientre bastante
aplana- da, con dos largos
estilos. La hembra es de un negro brillan-
te; alas convertidas en globos laterales; último segmento
abdominal levantado en forma de quilla. Es alimaña muy común y perjudicial en las casas. A la altura de 2.000 va- ras no se encuentran estos animales incómodos y asquero- sos. (Cod., 226). Voz probablemente afín de SURÚPA, q. v.
CHIRÍPA. Especie de palmera
del Orinoco, de frondes pi- nadas. Ref. Humb., Geog. de las pl.,
228. ||–Árbol indeter- minado de Cumaná.
CHIRUÁRA. Bebida de los indígenas del Oriente, cuyo nombre cumanagoto es churuchur.
CHIRULÍ. Pájaro pequeño, de
pico cónico, fuerte; mandí-
bula superior ensanchada en su base, convexa en sus bordes,
denticulada en el extremo; tarsos delgados, dedos gruesos; uñas largas, encorvadas; alas largas, con 16 remeras; cola an- gosta, truncada,
con 10 timoneras. Mejillas, nuca y dorso de un negro azulado metálico; vértice amarillo;
parte inferior de un amarillo claro; remeras negras con una mancha blan-
ca hacia la mitad basal de las primeras; timoneras negras con manchas blancas por debajo; pico negro arriba;
aplomado debajo; tarsos de un gris ceniciento; ojos pequeños, negros.
Longitud, 8 cm; cola 2 cm;
brazas 15 cm. Habita en Bar- quisimeto, etcétera. –«Sobre sus espigas balanceadas por la
brisa vendrán a pararse hasta doblarlas, las bandadas alegres
de los chirulíes.» (Cabrera M., Mimí, p. 181).
*
CHOCOLATE. Pasta
hecha de cacao, y bebida prepa- rada con esa pasta. Del azteca chocolatl. Ref. Diez, Dicc.
etimol, en la voz.
* CHOCOLATERA. Vasija destinada a preparar chocolate.
CHOCOLATERO. Pyrrhococcix cyaneus. Cucúlidos. Pajarillo escansor
de color de chocolate. ||–Pájaro
de color chocolate que se
hace grandes nidos de diversos materia-
les. Lara. Sin. CUCARACHERO. ||–Dendrocolaptes longiros-
tris. CARPINTERO CHOCOLATERO.
CHÓCORA. Especie de
Gallinácea del Táchira. D. t. CÓ-
CHORA. Metátesis en
uno u otro caso. Cf. CÓITORA, arriba.
CHOCHECO. Musa sapientum. Cambur guineo. Us. en el Táchira.
CHOFÓ. Machaerium sp. Árbol
de Trujillo.
CHOGÉO.
Turdus
sp. (?) Especie de PARAULATA. Barinas.
CHÓI. Párvulo, niño de pecho. Us. en Mérida. Ref. Pic.,
134.
CHOLA.
Monacanthus occidentalis. (?) Pez plectognato de la fam. de los Balístidos. ||–Chancleta, babucha, chine- la o alpargata
viejas. Us. en Coro y en el Alto Llano.
||–En pl., testículos. Occidente.
*
CHOLO. «Persona
o animal a quien se mima.» (Pic. 133). Es
palabra que en el Ecuador y el Perú se
toma por indio o mestizo.–«A los hijos de los mulatos llaman cholos; es vocablo
de las Islas de Barlovento, quiere decir perro, no de los castizos,
sino de los muy bellacos gozones; y
los espa- ñoles usan dél por infamia y vituperio.» (Garcilaso, Comen- tarios reales). –«Cholos
(nombre que dan a los indios muchachos).»
(Juan y Ulloa, Relación, etc). || CHOLITO
MÍO! es frase
maternal de cariño en los Andes de
Venezuela. La voz, como se advierte,
ha perdido su mala reputación.
*
CHONTÁL. «Persona demasiado
burda y vulgar para expresarse» (Pic., 133). En el Salv. y Col. inculto, mazo- rral. Alusión
a los indios Chontales de Centroamérica, que eran,
según Herrera, groseros y serranos.
(Déc., III, lib. IV, cap. 7). Ref. Cuervo,
Apunt., 661.
CHORCHOR.
«Especie de gorrión muy
abundante en Venezuela.» (Pic. 85). Sin. COPETÓN.
CHOROCOCÓI. Thamnophilus naevius (?).
Ave del Zulia.
*
CHORÓTE. Pequeño
cazo de barro donde se cuece el cacao tostado y
molido para mezclarlo con agua. ||–In- fusión
de cacao tostado
y molido y previamente despojado de parte del
aceite que contiene. Esta bebida, llamada CERRÉRO en Occidente, se tomaba
sin endulzarla, a eso de las 3 de la tarde,
y era antigua costumbre, ya casi del todo
abandonada. –«El chorote, que también llamamos simple- mente cacao, es la bebida criolla.» (Díaz, I, 160). ||–Árbol
de construcción de Coro. ||–Método de sembrar el cacao, poniendo dos granos o
semillas en el lugar escogido. Voz usada en el Yaracuy.
CHORRÓCO. Pez de río parecido
al bagre, con barbillas, largo como de un pie. Haylos en el Bajo Llano pardos
y ra- yados, y son buena comida. Es nombre del río Boconó cuando
sale al Llano.
CHUÁO. Ave zancuda de Portuguesa y nombre geográfico.
Cyanocorax
violaceus. Véase PIARRA.
CHUARE BLANCO. Ficus glabrata.
CHUBÍSCO. Iulus sp. CONGORROCHO. Us. en Lara.
CHUCHÚBA.
Turdus
sp. PARAULATA. Us. en Lara.
CHUCHÚI. Clusia sp. Árbol de Barquisimeto semejante al COPÉI, y su
fruto, que produce una
resina negra lo
mismo que aquél.
CHUCHURÚCA. Especie
de insecto del Táchira.
CHULÍNGA.
PARAULATA (en Margarita).
CHÚMBO.
Faja angosta de tejido de algodón, que hace oficio de talabarte para llevar el sable, o de correa,
cuando es muy angosta,
para afianzar o ceñir la manta o alforja en el arzón
de la silla de montar. Del muisca chumpi o
chumbi,
faja, banda. –«Las mujeres usaban una manta cuadrada, que llamaban chircate,
ceñida a la cintura con una faja, que en su idioma llaman chumbe o maure.» (Piedrahita, His., lib. I, cap. II, 12). D. t. chumbe
(J. R. Yepes, Los hijos de Parayante; Pocaterra, Tierra del sol amada, 81).
CHUNGUTE. «Sopa que se prepara
con la arveja tostada y molida: suelen llamarla también baile.» (Febres C., Hist., p.
131).
CHUPACACÁO. Ave cuyo
canto imita su nombre. Ver
CACAO, arriba.
CHUPÁRE. Pez de mar de las costas de Margarita
(quizá un Ráyido).
Chupáre en
cumanagoto significa pez raya.
CHURÍ. Cucurbita
sp. Nombran así en Trujillo y Mérida una variedad de la AUYAMA. «Fruto de la familia de las cu- curbitáceas, mayor que la auyama.»
(Febres C., 132).
CHURÍCA. Psittacus sp. Especie de loro o cotorra del Táchira. Del tupi kurika, que es nuestra CURICÁRA.
Sin.
CHURIQUÍTA.
CHUSMITA. Ardea candidissima. Garza
del Llano.
CHUSMO. Véase CHIRÁRE. «También usaban para lo mis- mo (i.e. para la pesca) de una especie de nasa que llamaban
chusmo, y de otro aparato que nombraban pucime.» (D. Arreaza M., Nueva Barcelona,
en «Cultura Venezolana». 1923, Nº 45). Voz us. en el Alto Llano.
CHUSPA. Galipea cusparia. CÚSPA.–«En los grandes bos- ques de nuestros terrenos
cálidos habita la chuspa o cuspa- ria.» (Ben., Nº 40). ||–«Bolsa de piel que sirve de bastimentera
para cargar avíos de caza.» (Gorrochotegui). Muy us. en el
Alto Orinoco para guardar el yesquero,
el tabaco y otros ob- jetos
indispensables (Spruce). Geog.
D
DACÁGUA. Árbol de Coro y Barquisimeto, de cor-
teza gris cenicienta cuando seca;
madera compacta, de co- lor amarillento uniforme. Da trozos de
5 a 6 pulgadas de diámetro, con corazón excéntrico
a veces.
DAGUÁRO. Caesalpinia sp. Árbol cuyo tronco es de unos 15 m de alto; madera de color encarnado
menos vivo que la del BALAÚSTRE, al que se parece mucho
también en el peso
y en la resistencia; es excelente madera para las construccio- nes; su duración está probada tanto en el agua como a la in- temperie:
también en la ebanistería puede
ocupar un lugar distinguido, porque se presta
mucho al pulimento; sus vetas
son muy preciosas y sus colores
muy suaves. (Apuntes esta- dísticos del Zulia,
p. 41).
DAGUIPÁRO. Cierta planta resinosa. (Cod., 117).
*
DÁNTA. Elasmognathus (Tapirus)
americanus. Impari-
digitado de cabeza gruesa y comprimida,
nariz prolongada en una trompa
móvil, corta, no prensil; ojos pequeños, la- terales;
orejas largas, móviles; pulmones de
1 m de largo, muy capaces,
con grandes celdas; fórmula
dental 3.1. (4.3)
=
44; lengua apenas
movible, estómago
tabicado, intestino de más de 30 m de largo; patas anteriores con 4 dedos, pos- teriores con 3, cola corta, piel
gruesa, con pocas arrugas, cubierta de pelos cerdosos muy esparcidos; pelaje
corto, abundante, convertido en crines de la coronilla a la cruz. Color pardo,
a veces manchado. Longitud
242 cm, cola 8, altura 100. La anta o
gran bestia, que con tales
nombres la indicaron los
colonos españoles, es un animal de hábitos nocturnos; escoge para vivir la espesura, abriendo trillados sen- deros, que llaman por eso CAMINOS DE DANTA los naturales. Nada
bien, zambulle mejor, báñase con frecuencia en el agua o el fango, y huye en
línea recta. La gestación es de unos 4 meses, y los pequeñuelos son manchados y listados, como los jabalíes. Es domesticable y hervíbora, y gusta de la
sal; su carne
es apreciada, y sus uñas,
en especial la me- diana,
y una concreción que se forma en el estómago, son muy ensalzados en la medicina popular contra la alferecía,
accidente de que suponen padece
el animal. Hay dos espe-
cies en Venezuela,
el E. terrestris y el E. dowii. Decíase an- tes
ante y anta en vez de danta, con
género masculino y femenino.–«Salen los Antes del río a comer paja tierna;
los Achaguas están sentados
entre la misma paja y saben reme- dar bien el eco de Ante: al tal eco responde la Anta (es lo que llamamos la gran Bestia) y ambos juntos
vienen al reclamo del Achagua.» (Gum., I, 300; 2ª ed.) Sin. TAPIR, voz sin uso en Venezuela. Sobre el origen del vocablo DANTA, véase la dis- cusión filológica en Boussingault y Roulin,
Viajes, etcétera.
DAPICHO. Resina fósil de una especie
de Siphonia, usada en Río Negro par calafatear embarcaciones. –«Atribúyese a la mezcla de
su jugo lechoso (el
del yacio) con el árbol cur-
bana la formación del dapitcho.» (Cod., 103). Del omagua tapichügh, de
lo hondo de la tierra,
según Martius.
DATO. Fruto de una especie
de cirio, llamado
por eso CAR- DÓN DE
DATO (Cereus sp.). Lemaireocereus griceus. Es éste un árbol de 3 a 4 m de alto, muy ramoso, de color verde oscuro,
lampiño; ángulos
8, agudos o comprimidos, con arista roma;
surcos agudos,
profundos; aréolas pequeñas, redondeadas, sa- lientes, separadas de 3 cm unas de otras; espinas
6, cortas, fuertes,
rectas, blancas, 1 superior,
alargada, 4 laterales,
y 1 in- ferior
más pequeña; baya globosa, purpúrea, con muchas se- millas diminutas,
negras, envueltas en una pulpa encarnada, comestible, dulce.
Elimínase por los riñones la materia colo- rante. Florece
por la cuaresma y hay una variedad
de fruto amarillo. Lara,
Falcón. –«Preciso era recurrir
a las entrañas de la providente fruta llamada dato.»
(Tosta G., La patria
boba, 49). Sinn. Yaguaraha (Ov. I, 326), Yaguarái.
Reff. Ov., I, 312 (dacto); Cast., 2, Eleg. I, c. 1º, II, 331; Descr.
de la lag. de Marac.,
1579.
DAYA. Serpiente
venenosa de Guayana, del aspecto de la mapanare. –«De ira ciegos,
cual dayas impías | ataquemos
la turba feroz.» (Gorrochotegui, Aramare, XXI).
DERÉGO. Árbol maderable. (Cod., 119).
DESCOROTAR. Quitar el extremo redondeado de un ob- jeto;
destapar. Ejj. «A picotazos quedó el
pollo con la ca- beza descorotada. Los monos descorotan el coco-de-mono para comérselo. Hay que descorotar los huevos y vaciar la clara.» Véase CORÓTO.
DESMAMONAR.
Pelar, raspar, dispersar, deshacer;
des- preocuparse, obrar sin miedo. –«Dicen que está ejmamo- náo pa hablá con un muerto.» (C. Peraza, Leyendas del Caroní, 331).
DIBÍBE. Cereus
sp.
HACHO. Voz ayamán o gayón,
us. en Lara.
DIMÍTI.
Geonoma macrospatha. Palmera del Casiquiare. CAÑA
DE LA INDIA.
DIODÚRO. Cierta planta oleosa de Trujillo.
DIOMÁTE. Astronium graveolens. Anacardiáceas. GA- TEADO, TIBIGARO. Nombre que dan a éste en Occidente y
Mérida.
DISPÓPO. Fibra extraída
de
una variedad de cocúi (Agave sp.) de Barquisimeto, usada en cordelería. Créese que es voz ayamán-gayón.
* DIVIDÍVE. Caesalpinia coriaria. Leguminosas. Árbol que se alza 30 ó 40 y más pies, inerme, ramoso, corto de tronco, asaz corpulento (20 a 30 pulgadas de diámetro);
ho- jas bipinadas compuestas de
15-5-9 pares de pínulas impa- ripinadas, formadas a su vez de 24-20-16
pares de hojuelas opuestas, sentadas, lampiñas; flores
pequeñas blanco-ama- rillentas,
en racimos compuestos; legumbre con 8 a 6 semi- llas. Madera pesada, compacta, de
grano fino, durísima, peso específico
1.3; albura blanca, poco espesa; corazón ne- gro rojizo o negro intenso.
Compite con la VÉRA en solidez. En 1906 hallóse todavía en buen estado,
en Palmasola, cer- ca de Yaritagua, un fragmento de poste que mandó clavar allí en
1552 el Gobernador Villegas para marcar los límites de
la
provincia de Barquisimeto. El fruto del DIVIDÍVE se usa en el curtimiento de pieles y es artículo
de exportación. Contiene
ácido elágico y se emplea
contra la diarrea. –«Ay algunos bol- canillos
que tienen tierra como azije o caparrosa
que con ella
y dividivi que es fruta de árbol con que curten
los zapateros se haze buena tinta para escrevir.» (Relac. geog., III, 83). Las grafías dibidibe (en Descripc. de la lag. de Marac.) y dividivi
apenas se usan hoy. Ref.
Cod., 97.
DORODÓRO. Polyborus
vulgaris. CARICÁRE.
Parece pro- ceder la voz de algún
dialecto andino. Doro, en sáliba, es
«gallinazo de cuello blanco», según la gramática anónima de esa lengua.
DURO. En el Occ. es un zoquete
de madera que se usa co- mo asiento
entre la clase
proletaria. D. t. DURE en otros lu- gares. –«Dejé el dure en que estaba sentado
y me fuí a ver la
“huerta”.» (Romero G., Peonía, 224). Es el dure de
los Caribes, que Carvajal explica así: «asiento a su vsanza
con espaldar labrado
y guarnecido de plumería, asiento solo de caziques
y cappitanes.» (o. c., p. 341,
nota marginal). Su forma, tal como la describe
Simón, era como la de los ac- tuales BUTAQUES, pues refiere este cronista que el duho usa-
do por los caciques o reyezuelos muiscas y por los piaches era una silla baja con respaldo
inclinado y asiento
levanta- do de guante y hondo al remate de dentro. La voz se ha en- vilecido. Su origen es taíno: duo se halla en Oviedo (II,
277). Castellanos conserva
la forma duho. (Hist. del N. R., I, 65, 171, etcétera). En sáliba, durú. Sin.
TURE, abajo.
DURUCÚLI. Nyctipithecus
trivirgatus. CUSICUSI, arriba. Desusado.
E
EMBEJUCÁR. Ensogar, proteger con
un tejido de bejuco o mimbre
un objeto frágil,
v.g. botella, damajuana, etcétera ||–Enmarañarse una planta trepadora.
–«Pasaron por la quinta, donde embejucaba
la trinitaria roja y tupida.»
(J. Rosales, Bajo el cielo dorado, p. 62).
*
EMBIJÁR. Pintar con bija alguna persona
o cosa. Ref. Cast., Cartag. Decíase tamb. embegicar
(Tauste, 19, 115).
* EMBÍJE. Pintura con bija.
*
EMBOSUGÁDO. Amarillento, ictérico
(hablando de personas). Ver BOSÚA.
EMPETATÁR.
Esterar los suelos de una
habitación con petate, cubrir con él un pavimento de ladrillo.
*
ENAGUAS. Falda interior del traje
mujeril. Reff. Cas., Ov., etcétera D. t. NAGUAS.
ENCABUYÁDO.
Garrote provisto en uno de sus
cabos con un cordón arrollado
o tejido que hace de mango.
En tal disposición suele decirse también que está EMPATADO. Es prenda y señal de valentones.
–«A cada paso llegaba gen- te
– –inclusive el hombre del garrote encabuyado, barba en punta, pañuelo
de madras.» (R. Bolívar
C., Incógnitos pe- sares). –«¿Que qué hicimos?… Agarramos los encabulla-
dos, nos batimos
a la mitad del patio,
soltámos cuatro ajos
bien rajeados, – –y salieron con el rabo entre las piernas.»
(Picón F., Fidelia, 146).
ENCABUYAR.
Aderezar el puño de un garrote
con cor- dón o bramante.
ENCABUYERÁR. Poner a una
hamaca o chinchorro la
CABUYÉRA, q. v.
ENCATUMARAR. Colocar
un objeto o cosa en un CA- TUMARE. Voz usada en el Alto Orinoco.
* ENCAUCHÁDO. Tela hecha impermeable con caucho.
* ENCAUCHAR. Hacer impermeable una tela con caucho.
ENCAYAPARSE. Confabularse
varios contra alguno. Véase CAYÁPA.
ENCOROTADO, A. Ahuecado,
excavado, cóncavo. Véase
COROTO.
LISANDRO ALVARADO 199
ENCHICAR.
Atar un haz
de leña con un
bejuco retorcido. Véase CHIQUE.
ENCHOROTAR. ||–LOS OJOS: entornarlos, amusgar la vis- ta.
Véase CHOROTE.
ENGUANEPAR.
Guardar algo en guanepe. ||–Encerrarse, resguardarse.
Alto Llano.
ENSABANARSE. Estar uno a sus anchas, estar de juerga. Véase SABANA.
ENTAPARADO.
Negocio secreto, muy reservado. Véase TAPÁRA.
ENTAPARAR.
Guardar una cosa en tapara.
||–Curar a al- guno del vicio de la embriaguez. D. t. taparear.
EREQUE.
Comezón, prurito. ||–Enfermedad
del banano y del cambur TOPOCHO así llamada en Zamora, Portuguesa,
Cojedes, y MANCHA en el Guárico. D. t. HEREQUE.
ERICA. Abeja silvestre
de cuerpo más o menos velloso;
ca- beza pardusca,
antenas con 4 artejos;
tórax negro, densamen-
te cubierto de pelo fulvo; alas traslúcidas; vientre apeonzado,
negro, con los segmentos ribeteados de amarillo claro; anillo
anal sin aguijón. Largo, 9 mm. Críasela
en los campos. Miel más clara y suave que la de la GUANOTA. –«Ya ve, dotor;
si us- ted quisiere
comer las batatas con miel –¿De abejas? –De eri-
ca.» (Romero G. Peonía, 227). –«Los dos nombres rubita y
erica (dice Ernst) nos parecen restos bien curiosos de alguna
lengua indígena:
en el guaraní se llaman las abejas de ciruzu, palabras que se diferencian mui poco de las dos usadas en Venezuela.» (La Exposición, I, 340). Véanse
Ruba, Rubita.
ESTAQUE. «Árbol cuya fruta tiene la propiedad de disol- ver las gomas de
las muñecas.» (Febr. C., 132). Ver
ISTUQUE.
ESTERCÚYE.
Véase TURA. Voz ya desusada, aun regio- nalmente.
EYO. Árbol maderable indeterminado. Ref. Cod., 119.
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